El presidente estadounidense, Joe Biden, ha colocado sus fichas más valiosas en el tablero del Asia-Pacífico: su objetivo es frenar el vertiginoso auge de China y, para lograrlo, ha tejido una red de alianzas que ha dado vida a pequeñas pero influyentes coaliciones, como el nuevo Aukus y el relanzado Quad.
Biden se propone consolidar su estrategia en Asia con una visita a la India para la cumbre del G20 entre el 9 y 10 de septiembre, seguida de una segunda parada en Vietnam.
Se trata de su tercera gira por Asia desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021: la primera fue en mayo de 2022 a Corea del Sur y Japón, socios tradicionales de EE.UU., mientras que la segunda ocurrió en noviembre del año pasado en Camboya para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y en Indonesia para el G20.
La reorientación de Estados Unidos hacia el Asia-Pacífico lleva años gestándose. Se manifestó por primera vez en 2012 con el «Giro a Asia» del expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017), y se mantuvo con la insistencia del republicano Donald Trump (2017-2021) por un «Indopacífico libre y abierto», buscando otorgar a la India un papel más destacado para contrarrestar a China.
Biden ha seguido la estrategia trazada por sus predecesores, pero, a diferencia de ellos, sus palabras se han convertido rápidamente en acciones con la participación activa de altos cargos de la Administración, incluido él mismo, en los foros más importantes de Asia. Además, ha fortalecido alianzas preexistes y forjado otras nuevas.