Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, se declaró este martes no culpable de los cargos que se le imputan por comprar una pistola en 2018 mintiendo al afirmar que no estaba consumiendo drogas, a pesar de que admitió posteriormente que estaba luchando contra su adicción al crack.
Esta es la primera comparecencia ante un juez de Hunter Biden desde que fuera imputado el 14 de septiembre de tres cargos por la compra y posesión ilegal de armas, que conllevan una pena máxima de 25 años de cárcel.
La sentencia, sin embargo, suele ser menor para quienes, como en este caso, carecen de antecedentes penales.
Su comparecencia, de cerca de media hora, se produjo en una corte federal en el centro de la ciudad de Wilmington (Delaware), que amaneció este martes rodeada de periodistas, focos y cámaras de televisión, además de un fuerte dispositivo de seguridad.
Dentro del edificio, se desarrolló una breve vista judicial en la que el juez Christopher Burke se aseguró de que el hijo de Biden entendía sus derechos y los delitos de los que se le acusa para, a continuación, permitirle que se declarara culpable o no culpable de los mismos.
Sus abogados habían pedido que compareciera por videoconferencia para ahorrarle al Gobierno el coste de desplazar al acusado junto a sus agentes del Servicio Secreto desde su residencia en el estado de California hasta Delaware, en la costa opuesta del país. Sin embargo, el magistrado determinó que no debía recibir un «trato especial» y le ordenó acudir en persona.
Hunter Biden está acusado de haber mentido en un formulario que tuvo que rellenar cuando, en octubre de 2018, compró en una tienda de Wilmington un revólver Colt Cobra de calibre 38.
Específicamente, se le acusa de dos cargos por haber hecho declaraciones falsas, el primero por haber marcado una casilla en el formulario en el que aseguraba que no era adicto a las drogas y el segundo por haber entregado esa información a la tienda sabiendo que era falsa.
El tercer cargo se debe a que poseyó ese arma durante 11 días pese a que sabía que tenía una adicción a las drogas.
Hunter Biden, de 53 años, ha reconocido públicamente que durante décadas ha luchado contra la adicción al alcohol y las drogas, que se vio agravada tras la muerte de su hermano Beau en 2015 por un tumor cerebral.
EFE