SANTO DOMINGO.- Las autoridades colombianas consideran «posible» que Adolfo Macías, alias Fito, el capo que se fugó de una prisión en Ecuador, haya ingresado a su territorio. La fuga desencadenó una violenta ola que ha dejado al menos 16 fallecidos en cinco días.
El gobierno ecuatoriano desplegó tropas y lanzó una ofensiva tras la fuga de Macías, líder de la banda criminal Los Choneros.
Aunque se desconoce su paradero, el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, Helder Giraldo, sugiere que «existe una alta probabilidad» de que la crisis en Ecuador «deteriore las condiciones de seguridad en la frontera con Colombia».
El analista Ming-Chi Kuo revela que Apple tiene planes de producir entre 60.000 y 80.000 unidades para el lanzamiento de las gafas Apple Vision Pro el 2 de febrero, lo cual es considerablemente menor en comparación con otros productos de la compañía.
El lanzamiento se limitará inicialmente a Estados Unidos debido a desafíos en la producción, y se espera que las unidades se agoten rápidamente.
Ecuador enfrenta una crisis interna con motines en cárceles, toma de rehenes y violencia en las calles, todo desencadenado por la fuga de Macías.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha declarado un «conflicto armado interno» y busca apoyo militar, mientras que la comunidad internacional expresa su preocupación y solidaridad.
La situación también afecta las relaciones con Colombia, vecino afectado por el narcotráfico.
Las autoridades ecuatorianas han adoptado medidas controvertidas, como la «repatriación» de 1.500 colombianos presos, generando tensiones con el gobierno colombiano.
La militarización de la zona limítrofe busca evitar el paso de criminales. El país enfrenta un aumento de la violencia y la guerra interna, con cárceles convertidas en focos de conflicto.
El presidente ecuatoriano plantea un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para financiar el «conflicto armado interno».
La situación ha llevado a Estados Unidos a enviar altos cargos militares y antinarcóticos para asesorar a Noboa, mientras que otros países y organismos internacionales expresan su rechazo y advierten a sus ciudadanos sobre la situación en Ecuador.
