SANTO DOMINGO.- El presidente, Luis Abinader, expresó su horror y el de toda la sociedad ante el atroz crimen de un niño de ocho años en Verón, provincia La Altagracia, perpetrado por su propia tía, Carmen Jiménez, y un hombre identificado como González Valentín Rojas.
El presidente reveló que el tema fue abordado durante la reunión de seguimiento al Plan de Seguridad Ciudadana en la Policía Nacional, donde no pudo escuchar la descripción completa del hecho.
«Ninguno estábamos preparados para escuchar esa barbaridad», afirmó el mandatario, condenando enérgicamente el acto.
Abinader abogó por endurecer las penas para crímenes tan horrendos, señalando la necesidad de la aprobación de un nuevo Código Penal.
El presidente expresó su escepticismo sobre la efectividad de una pena de 200 años de cárcel para casos como estos y subrayó la importancia de analizar hasta qué punto actos tan atroces pueden ser controlables, especialmente cuando son cometidos por familiares.
Aunque considera necesario endurecer las penas, Abinader enfatizó la importancia de tener en cuenta la complejidad de situaciones donde el victimario es un miembro de la familia.
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El caso del menor revela una serie de torturas y mutilaciones llevadas a cabo por la tía y un cómplice, resultando en la muerte del niño en el Hospital Municipal de Verón.
Carmen Jiménez, en un interrogatorio, admitió haber torturado al niño durante varios días alegando que era molesto y destruía cosas en la casa.
El padre del menor, Santiago Colomé Jiménez, había confiado al niño a su hermana y depositaba regularmente dinero para su manutención.
