Santiago de Chile.- La Unesco advirtió este jueves que existe una clara tendencia de retroceso educativo, tanto a nivel de enseñanza primario como secundario, en Latinoamérica y el Caribe e instó por ello a los Gobiernos de la región a implantar de forma urgente «acciones de recuperación integrales y a largo plazo».
En un estudio enviado a EFE, la oficina regional multisectorial del organismo, con sede en Chile, insistió en que los niveles de comprensión lectora y manejo de las matemáticas son similares a los cosechados antes de la pandemia, y suponen una de las principales causas de la desigualdad por su mayor impacto en las poblaciones vulnerables.
«Este informe es clave para fortalecer una hoja de ruta con planes y programas educativos que permitan atender con mayor urgencia a la población en situación de vulnerabilidad en la región», explicó este jueves a EFE la directora de la referida oficina, Claudia Uribe.
Recomendamos a los Gobiernos y otras instituciones a “realizar acciones de recuperación de aprendizaje desde una perspectiva integral, evitando recaer exclusivamente en acciones puntuales y de corto alcance. Para ello, es fundamental potenciar las capacidades estatales de gobernanza y aumentar los presupuestos educativos”, afirmó.
Uribe inauguró este jueves junto al ministro chileno de Educación, Nicolás Cotaldo, una reunión de ministros latinoamericanos del sector destinada a «pasar del compromiso a las acciones».
Según el documento, el retroceso educativo ha causado «un incremento de las desigualdades: la población más pobre, los niños y niñas de zonas rurales y los estudiantes indígenas han sido los más afectados por el incremento de la exclusión durante la pandemia, con brechas más amplias en la educación preprimaria y secundaria alta».
«En casi todos los países se observa una caída importante en los aprendizajes y un aumento de las desigualdades, con más intensidad en la educación primaria.
Los resultados de PISA 2022 muestran un escenario similar a 2018 en el promedio de países participantes de la región, con una caída concentrada en matemáticas, lo que tensiona y complejiza las interpretaciones sobre el impacto de la pandemia al no reflejar los retrocesos esperados», recalca.
Retrocesos cuya magnitud es todavía una incógnita, pero cuyas consecuencias «ya es posible anticipar que durarán varios años», afectando al desarrollo de las nuevas generaciones, pese a que existen indicios positivos.