El futuro de la inocuidad alimentaria y su importancia para la humanidad
El futuro de la inocuidad alimentaria y su importancia para la humanidad

El futuro de la inocuidad alimentaria y su importancia para la humanidad

Por Araceli Aguilar Salgado

“Al tomar medidas para mantener la inocuidad de los alimentos hoy, protegemos las vidas y los medios de subsistencia del mañana” FAO

En los últimos años, ha habido inestabilidad en el ámbito de la inocuidad alimentaria, incluyendo las interrupciones en la cadena de suministro, la falta de mano de obra y un volumen en aumento de retiros de alimentos y bebidas.

Una de las problemáticas que afecta a una gran parte de la población son las enfermedades por transmisión alimentaria.

Cada año, 600 millones de personas se enferman debido a los 200 tipos diferentes de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos. La población con menos recursos y los jóvenes están entre los más afectados. Las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420.000 muertes evitables al año.

Estas enfermedades pueden estar causadas por una mala manipulación de los mismos, la contaminación cruzada o por conservar los alimentos de forma incorrecta y se debe garantizar la inocuidad de los alimentos e insta a la responsabilidad de cada uno de nosotros para preservar los alimentos inocuos a lo largo de la cadena de suministro, desde el campo a la mesa.

En cada parte de esa cadena, existen peligros que pueden causar contaminación, hace referencia a todos los riesgos, sean crónicos o agudos, que pueden hacer que los alimentos sean nocivos para la salud del consumidor.

Y desde esta perspectiva, la inocuidad cumple un rol esencial para asegurar que los alimentos a disponer no causen daños al consumidor cuando sea preparado e ingerido de acuerdo con el uso que se destine (OPS/OMS).

La forma en la que los alimentos se producen, almacenan, manipulan y consumen, afecta a su inocuidad, y cumplir con las normas alimentarias mundiales, establecer regulaciones de control de alimentos eficaces que incluyan preparación y respuesta ante emergencias, proporcionar acceso al agua potable, aplicar buenas prácticas agrícolas (terrestres, acuáticas, ganaderas y hortícolas), fomentar el uso de sistemas de gestión de la inocuidad alimentaria por parte de los operadores de las empresas alimentarias y educar al consumidor en la elección de alimentos sanos, son algunas de las formas en las que los gobiernos, las organizaciones internacionales, los científicos, el sector privado y la sociedad civil trabajan para garantizar la inocuidad de los alimentos (ONU).

La FAO, ha alertado también, que a medida que el cambio climático hace subir las temperaturas, estas se transforman en otro riesgo para la inocuidad de los alimentos.

Los suelos más calientes, liberan más metales pesados que pueden ser absorbidos por los cultivos, el aumento de temperaturas favorece el aumento de plagas y enfermedades, haciendo a las plantas más vulnerables a daños o infecciones por hongos.

Los problemas para la inocuidad alimentaria relacionados con el cambio climático están incrementándose, afectando a nuestra salud, a los medios de vida, las economías y el comercio transfronterizo, las cadenas de suministro de alimentos y los sistemas de reglamentación, deben hacer frente a estos problemas mediante la adopción de prácticas y políticas, para crear sistemas alimentarios resilientes, el futuro de la inocuidad alimentaria exige un enfoque proactivo en los sectores de salud, agrícola, comercial y ambiental.

Los desafíos y los métodos para garantizar la integridad del suministro de alimentos evolucionan rápidamente por lo que las tendencias emergentes en inocuidad alimentaria le brindan a la industria la oportunidad no solo de resguardar la salud pública sino también de mejorar la calidad y la sostenibilidad general de nuestros sistemas alimentarios, las crisis recientes resaltan la necesidad de adoptar tecnologías y procesos innovadores.

La inocuidad alimentaria es una prioridad en constante evolución, la preocupación por la seguridad alimentaria es cada vez mayor por parte de los consumidores y las autoridades, por lo que la presión del mercado y los distribuidores sobre los productores de alimentos va en aumento.

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