REDACCIÓ.- Un niño de 7 años resultó herido en Boaz, Alabama, después de ser atropellado en un accidente automovilístico provocado por su propia madre como castigo. Sarai Rachel James, de 27 años, recogió a su hijo de la escuela y, al enterarse de su mala conducta, decidió que caminara a casa como castigo.
La situación tomó un giro trágico cuando, al intentar subir nuevamente al auto mientras su madre conducía, el niño quedó atrapado y fue arrastrado, siendo alcanzado por una llanta trasera.
Aunque el jefe de policía señala que no hubo intención de lastimar al niño, califica la decisión de James como imprudente y peligrosa.
El niño fue hospitalizado con lesiones en la espalda y la cabeza, pero no se consideran mortales.
A pesar de la suerte del niño, James fue arrestada y enfrenta cargos de abuso infantil agravado, con una posible condena de hasta 10 años de prisión.
Tras pagar una fianza de $50,000 dólares, se le prohíbe tener contacto con su hijo. La comunidad reflexiona sobre las repercusiones de métodos de disciplina extremos.