REDACCIÓN.- La pobreza en Nueva York ha alcanzado niveles alarmantes, con un informe reciente revelando un aumento significativo en la imposibilidad de cubrir necesidades básicas.
En 2022, uno de cada cuatro niños neoyorquinos vivía en la pobreza, según un estudio de la Universidad Columbia y la organización sin fines de lucro Robin Hood.
Según el informe anual Poverty Tracker, la cantidad de personas viviendo en la pobreza en los cinco condados aumentó de 1.5 a 2 millones entre 2021 y 2022. Los neoyorquinos latinos eran los más afectados, experimentando el doble de tasas de pobreza en comparación con los blancos.
Richard Buery, director ejecutivo de Robin Hood, expresó su preocupación, afirmando que la ciudad no solo enfrenta una crisis de pobreza, sino que está empeorando. Destacó que este es el mayor aumento de la pobreza en los últimos 12 años.
La expiración de beneficios públicos creados durante la pandemia ha contribuido a esta crisis, según Buery. Aunque las desgravaciones fiscales y ayudas económicas previas ayudaron a reducir la pobreza, la falta actual de estos beneficios ha dejado a muchas familias en una situación precaria.
El estudio de Robin Hood y Columbia resalta que alrededor del 56% de los neoyorquinos están cerca o por debajo del umbral de pobreza, enfrentando decisiones difíciles entre cubrir gastos básicos como alquiler, alimentos o facturas médicas.
Con el punto de equilibrio para sobrevivir situado en $88,000 dólares anuales para una familia de cuatro en la ciudad, la falta de apoyo financiero está llevando a muchos neoyorquinos a enfrentar decisiones angustiosas sobre cómo asignar sus recursos limitados.
La crisis actual exige una atención urgente para abordar la creciente pobreza y sus impactos desproporcionados en la población infantil.