REDACCIÓN.- La pandemia del COVID-19 ha revelado preocupantes problemas de cuidado y denuncias de maltrato hacia los ancianos en hogares de ancianos en Nueva York.
Con la muerte de 15,000 adultos mayores y la creciente necesidad de personal capacitado, la atención se centra en la urgencia de supervisar los «nursing homes».
La organización ARRP (Asociación estadounidense de personas retiradas) presentó un reporte denunciando la falta de recursos y supervisión en estos centros de cuidado. Aunque se espera que se destinen más fondos y personal para revisar estos hogares, el panorama actual preocupa, temiendo consecuencias graves para los ancianos vulnerables.
ARRP hizo un llamado urgente a las autoridades estatales para que, dentro del presupuesto en discusión en Albany, se asignen recursos y se impulsen planes de supervisión de los ancianatos.
La organización informó que el presupuesto propuesto por la gobernadora Hochul no aborda adecuadamente la inspección de los «nursing homes».
Según ARRP, en condados más poblados del estado, como Nassau, Putnam, Rockland y Westchester, las visitas de supervisión semanales no aumentaron.
En la ciudad de Nueva York, más del 98% de los hogares de ancianos no recibieron visitas semanales, y solo el 3% de las instalaciones en todo el estado incrementó sus visitas.
La organización señaló que la mandataria estatal recortó el apoyo al Programa del Defensor de Atención a Largo Plazo (LTCOP), diseñado para proteger a residentes vulnerables, lo que genera preocupación sobre la falta de financiamiento para este programa vital.
Beth Finkel, directora estatal de AARP Nueva York, expresó su preocupación, afirmando: «Es un hecho triste y sorprendente: el Estado de Nueva York continúa sin financiar suficientemente un programa que sirve como defensor en el lugar de los hechos para algunos de nuestros neoyorquinos más frágiles».