Violencia sin tregua en Haití: Pandillas intentan tomar el control del principal aeropuerto

Violencia sin tregua en Haití: Pandillas intentan tomar el control del principal aeropuerto

REDACCIÓN.- Pandillas fuertemente armadas realizaron un audaz intento de tomar el control del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture en Haití este lunes, desencadenando un enfrentamiento a tiros con policías y soldados.

Este ataque, el mayor en la historia de Haití, sigue a la fuga masiva de presos de las prisiones del país durante el fin de semana y una serie de ataques coordinados contra instituciones estatales, incluido el aeropuerto y el estadio nacional.

El aeropuerto, cerrado en el momento del ataque, fue escenario de un intenso tiroteo entre el personal de seguridad y las pandillas.

Un camión blindado disparó contra los agresores para evitar su entrada al recinto. Aunque la violencia ya había afectado el aeropuerto la semana pasada, este ataque representa un giro más grave en la escalada de la crisis.

El gobierno de Haití ha respondido imponiendo un toque de queda nocturno y declarando un estado de emergencia de 72 horas.

La orden busca restaurar la seguridad y localizar a los reclusos fugados, muchos de los cuales enfrentan cargos graves como asesinatos y secuestros. Se estima que las pandillas controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe, la capital.

Este caos se produce en un contexto de tensiones políticas y sociales en Haití.

El primer ministro, Ariel Henry, ha buscado apoyo internacional para una fuerza de seguridad respaldada por la ONU. Sin embargo, las violentas protestas, la fuga masiva de prisioneros y los ataques coordinados de pandillas han intensificado la inestabilidad en el país.

Mientras la situación se deteriora rápidamente, la embajada de Estados Unidos ha suspendido todos los viajes oficiales a Haití, y la administración Biden expresa su grave preocupación por la seguridad en el país.

La violencia también ha afectado los servicios básicos, con cortes en el suministro de Internet para muchos residentes debido a daños en las infraestructuras durante los disturbios.

La espiral de violencia, acentuada por la incertidumbre política y la fragilidad institucional, plantea serias preocupaciones para la estabilidad y el bienestar de Haití.

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