REDACCIÓN.- En una acción despreciable, dos individuos de nacionalidad argelina fueron descubiertos la madrugada pasada dentro del edificio quemado del Campanar en Valencia.
Equipados con linternas entre las ruinas, agentes de policía detectaron su presencia y procedieron a detenerlos, encontrándolos en posesión de material de grifería y otros objetos.
Este acto de aprovechar desgracias ajenas para beneficio propio refleja la más baja calaña de comportamiento. Lamentablemente, esta no es la primera vez que se cometen este tipo de acciones, revelando una tendencia preocupante.
Los detenidos fueron sometidos a un registro minucioso, se les leyeron sus derechos y fueron esposados.
Ante el riesgo de posibles intentos de otros ladrones por acceder al edificio, las autoridades policiales han intensificado los servicios de vigilancia para salvaguardar la escena del delito y evitar nuevos actos delictivos.
La sociedad repudia este comportamiento oportunista que agrava aún más la tragedia del edificio siniestrado.