REDACCIÓN.- En medio de disturbios y problemas de seguridad en Haití, el exembajador de Estados Unidos, James Foley, expuso que la situación actual es el resultado de las decisiones tomadas por Haití, llevándose así a su propia perdición.
Mientras tanto, el presidente actual, Ariel Henry, lucha por mantener el poder en medio de una Haití que enfrenta problemas de seguridad a casi tres años de su llegada al poder.
La violencia y la inestabilidad han marcado la situación en Haití, generando un debate sobre la intervención estadounidense.
Foley indicó que el respaldo persistente de Estados Unidos a Henry ha contribuido al deterioro de la situación, según señaló Monique Clesca, escritora haitiana y miembro del Montana Group.
A pesar de la retirada policial y la fuga masiva de criminales, Estados Unidos ha mantenido su respaldo a Henry, generando críticas y acusaciones de empeorar la situación.
Grupos civiles buscan reemplazar a Henry con un comité no político para restaurar el orden, mientras él posterga elecciones.
El gobierno de Biden ha defendido su enfoque hacia Haití, destacando el objetivo de largo plazo de estabilizar el país para que los haitianos puedan tener elecciones. Sin embargo, la intervención estadounidense en el pasado ha sido irregular y ha generado dudas sobre su efectividad.
En el contexto actual, la situación en Haití es compleja y las opciones de intervención son objeto de debate. La presencia y la acción de Estados Unidos se analizan en un momento en el que el país enfrenta múltiples desafíos a nivel internacional.