REDACCIÓN, EEUU.- El cuarto discurso del Estado de la Unión del Presidente Joe Biden, presentado con una visión optimista sobre la calidad de vida de la clase trabajadora y una economía «fuerte», generó controversia por una referencia que involuntariamente incluyó la palabra «ilegales».
Aunque Biden destacó que «nunca demonizará a los migrantes», esta mención desató la furia de organizaciones de Nueva York defensoras de los derechos de la comunidad inmigrante.
Natalia Aristizabal, subdirectora de Make the Road New York, expresó su «profunda decepción» y señaló que el presidente cayó en el «alarmismo» al usar un lenguaje deshumanizador. Remarcó que ningún ser humano es ilegal y urgió al mandatario a cumplir su promesa de salvaguardar el derecho de asilo y abrir un camino a la ciudadanía para beneficiarios de DACA y once millones de indocumentados.
A pesar de reconocer el error como «involuntario», líderes demócratas instaron a la Casa Blanca a tomar medidas concretas, mientras que la comunidad inmigrante espera acciones concretas que reflejen el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen o estatus migratorio.