El presidente ruso Vladímir Putin dijo el sábado que las autoridades han detenido a 11 personas en el ataque a una sala de concierto en los suburbios de Moscú que dejó al menos 133 muertos y convirtió el enorme local en una ruina humeante.
En un discurso a la nación, Putin condenó el “acto terrorista sangriento y bárbaro” y dijo que las cuatro personas directamente implicadas habían sido detenidas. Insinuó que habían intentado cruzar la frontera a Ucrania, que, dijo, trató de crear una “ventana” para ayudarlos en su fuga.
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Ucrania ha negado enérgicamente cualquier participación en el ataque. Putin dijo que se han tomado medidas adicionales de seguridad en todo el país y decretó una jornada nacional de luto para el 24 de marzo.
La filial del grupo Estado Islámico en Afganistán se declaró responsable del ataque del viernes en un comunicado en sus canales afiliados en redes sociales. Un agente de inteligencia estadounidense dijo a la Associated Press que las agencias estadounidenses habían confirmado que el ISIS era responsable del ataque.
Sin embargo, algunos políticos rusos señalaron a Ucrania poco después del ataque, acusaciones que Kiev ha rechazado con vehemencia.
Putin dijo que las cuatro personas que participaron directamente del ataque habían sido detenidas e insinuó que estaban tratando, en su fuga, de cruzar la frontera a Ucrania. No respaldó su aseveración con pruebas.
Putin ordenó una jornada nacional de luto para el domingo. El ataque fue el más mortífero que se haya producido en Rusia en varios años y el teatro quedó reducido a una ruina humeante.
Previamente, medios estatales reportaron que las autoridades arrestaron a 11 personas.
El Comité de Investigación ruso señaló que cuatro de los detenidos estuvieron implicados de forma directa en el incidente que causó un incendio en el centro comercial y provocó el derrumbe del techo de su sala de conciertos.