Tras dar a conocer que tiene cáncer, Kate Middleton ha decidido refugiarse junto al príncipe William y sus hijos, George, Charlotte y Louis, en la residencia de Anmer Hall en Norfolk «para aislarse del mundo y seguir adelante».
Según confirmó una fuente a The Times, los príncipes de Gales abandonaron Windsor en helicóptero, horas después del video de Kate, y permanecerán en Anmer Hall las vacaciones de Semana Santa hasta mediados de abril.
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La decisión de trasladarse la habría tomado William para crear una burbuja en torno a su familia frente a la presión mediática. Un asistente de la familia real aseguró que el diagnóstico de su esposa ha tenido un gran impacto en el príncipe, que dejará en suspenso durante varias semanas sus apariciones públicas.
«Son dos seres humanos, no una corporación como Apple», indicó el allegado.
Kate decidió acabar con las especulaciones en torno a ella en un momento que coincidiera con las vacaciones de sus hijos para evitarles la presión en la escuela. «Su intención fue llegar directamente al público que la apoya abrumadoramente, por encima del ruido y de las especulaciones«, dijo la misma fuente.
«La decisión la tomó hace dos semanas, pero esperó al momento propicio para que coincidiera con las vacaciones escolares«, dijo por su parte la directora de The Sun Victoria Newton.
«Obviamente, ha tenido que soportar muchas especulaciones en las redes sociales y ha sido difícil de gestionarlo, pero la prioridad para ella han sido siempre sus hijos».
Los príncipes de Gales, que residen en el chalet Adelaide en el complejo de Windsor, tienen un fuerte vínculo emocional con Anmer Hall, que forma parte de la residencia real de Sandringham. Allí permanecieron una larga temporada tras el nacimiento de su primogénito George mientras William ejerció de voluntario como piloto de ambulancias aéreas.
