REDACCIÓN.- Kareem Phillips, un hombre en silla de ruedas de 31 años, ha sido acusado como sospechoso de apuñalar «al azar» a tres personas en incidentes separados en las calles de Queens, Nueva York, en un solo día, según informaron las autoridades.
El presunto atacante enfrenta cargos de intento de homicidio, agresión y posesión criminal de un arma en relación con los ataques ocurridos el 16 de marzo, según la Fiscalía del Distrito de Queens.
El primer incidente ocurrió cuando Phillips supuestamente apuñaló por la espalda a un hombre de 59 años, persiguiéndolo desde su silla de ruedas hasta que la víctima pudo refugiarse en el edificio de un amigo. Minutos después, atacó a una corredora de 46 años, causándole cortes en el brazo que requirieron puntos de sutura.
Posteriormente, Phillips presuntamente apuñaló a una mujer de 69 años mientras cruzaba la calle, dejándola en estado crítico tras recibir cortes en la cara y el estómago.
La policía lo encontró sosteniendo dos cuchillos en la intersección y presuntamente arrojó uno de ellos, cubierto de sangre, a uno de los agentes.
«En apenas unos minutos, el acusado habría atacado a tres personas y podría haberles quitado la vida. Estos ataques no fueron provocados», denunció la fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz.
Si es declarado culpable, Phillips enfrenta hasta 65 años de prisión. Se recuerda que todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
Estos ataques se suman a la creciente preocupación por la violencia en Nueva York, donde los apuñalamientos y cortes han aumentado, con 4,493 casos reportados en 2023 hasta principios de diciembre, un incremento del 6% respecto al mismo período de 2022. Los arrestos por delitos con arma blanca también han aumentado casi un 30%.
La violencia «al azar» persiste en la ciudad, afectando a residentes y transeúntes en calles, parques, buses y el Metro de Nueva York.
Los recientes incidentes incluyen ataques a mujeres caminantes, como una hispana de 57 años que sufrió fractura de mandíbula y pérdida de dientes, así como agresiones con objetos contundentes y armas, lo que ha generado preocupación en la comunidad y entre las autoridades locales.
