EFE , WASHINGTON. – El expresidente de Estados Unidos y futuro candidato republicano Donald Trump está elevando el tono de la campaña electoral más crispada de los últimos años en el país redoblando los ataques personales contra su rival, el actual presidente demócrata Joe Biden, y con una retórica cada vez más incendiaria.
La última de las polémicas se desató después de que el magnate neoyorquino publicara el viernes un video de una camioneta de seguidores trumpistas con una pegatina en la parte trasera en la que aparece Biden tumbado con los pies y las manos atadas y que emula un secuestro del mandatario.
Para los demócratas, esta es otra muestra de que Trump «alienta la violencia» como ocurrió con el asalto del Capitolio de 2021, en el que una horda de sus acólitos atacó el Congreso para intentar frenar la ratificación de la victoria electoral de Biden.
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Michael Tyler, portavoz de la campaña de Biden, subrayó este lunes en una rueda de prensa que «la violencia política no tiene lugar en Estados Unidos y nunca debería ser aceptable», y lamentó que esta «no es la primera vez ni será la última» en que Trump apuesta por ella en su intento por recuperar el poder.
«En un momento en que necesitamos líderes que unan nuestro país, emprende una retórica radical que promueve la división, el odio y la violencia», destacó Tyler ante la prensa, reprochando que la campaña de Trump gire en torno a sí mismo y a la búsqueda de «revancha».
Tras el asalto al Capitolio, Trump fue expulsado de Twitter por incitar precisamente la violencia y fundó Truth Social, la plataforma de extrema derecha que desde entonces utiliza para lanzar sus mensajes y publicar videos como el de la camioneta.
Steven Cheung, portavoz de su campaña, rechazó las críticas y señaló que la foto de Biden «estaba en la parte trasera de una camioneta que viajaba por la carretera», para acto seguido retratar al expresidente como una víctima de los demócratas.