San Diego (EE.UU.), (EFE).- El cruce fronterizo entre Tijuana (Baja California) y San Ysidro (California), el más importante de ese estado y por el que entran a diario unos 200 extranjeros, lucía este miércoles como de costumbre, después de las restricciones ordenadas el martes por el presidente Joe Biden para los solicitantes de asilo.
Según observó este miércoles EFE, no se presentó una migración masiva, como se temía, tras el anuncio del demócrata, y apenas había un grupo de unos siete ecuatorianos entre los dos muros migratorios, y el flujo era también normal en la central de autobuses.
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En abril pasado las detenciones de migrantes en la región fronteriza de San Diego (37.000) se ubicaron en primer lugar por encima de otras áreas de Arizona y Texas, pero en mayo la cifra se redujo a 29.000 detenidos.
La última semana de mayo tuvo aproximadamente 900 migrantes aprehendidos por día en esta parte de la frontera, según datos de la Oficina de Control de Aduanas y Protección Fronteriza, y las detenciones han ido disminuyendo.
Oficiales de migración transportaban aproximadamente cada dos horas un autobús con alrededor de 40 personas que son liberadas en la estación del sistema de transporte eléctrico tróley, cerca de la frontera.
En un recorrido de EFE por el lugar, ninguno de los solicitantes de asilo sabía que el día anterior el presidente Joe Biden había anunciado una orden ejecutiva que de inmediato ordenó restricciones a las solicitudes de asilo en esa frontera.