Nueva York.- Cada hora que transcurre en Venezuela una persona es encarcelada, secuestrada, desaparecida o simplemente asediada por el régimen de Nicolás Maduro en medio de la conmoción disparada por la certeza de que el pasado 28 de julio se ejecutó un fraude electoral, que ha sido ratificado por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.
Mientras en la convulsionada nación caribeña la población tiene cada día menos posibilidades de expresar su descontento en redes sociales, porque corre el riesgo de ser procesada como “terrorista”, la diáspora venezolana en Nueva Yor se sigue organizando para visibilizar al mundo, no solo las pruebas del robo electoral sino la necesidad de que la comunidad internacional tome acciones ante la feroz ola represiva, que ha sido documentada por organizaciones de Derechos Humanos.
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Luego de una semana, en la cual diferentes coaliciones han organizado concentraciones y protestas en la Gran Manzana, este miércoles dos jóvenes iniciaron una huelga de hambre, en frente de la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para exhortar a los líderes de ese ente a que agenden una sesión extraordinaria en su Consejo de Seguridad para tratar el tema de Venezuela.
“Estos venezolanos que vienen de los movimientos estudiantiles solo promueven que el mundo ayude a canalizar una salida pacífica. Son voces que se levantan desde la diáspora para que se entienda que ya esta crisis no es solo de nuestro país, sino que afecta a toda la región”, explicó Abraham Ortiz, un migrante venezolano, que acompañaba a los jóvenes Daniel Prado y Franklyn Gómez en esta iniciativa de presión.