El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha asegurado que las pandillas es encuentran «operativamente desarticuladas» en el país.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha asegurado que las pandillas es encuentran «operativamente desarticuladas» en el país centroamericano, si bien ha alertado de que aún hay «enemigos a los que vencer» y erradicar por completo.
El mandatario ha aplaudido la labor de las fuerzas de seguridad en la lucha contra las pandillas y ha señalado que «mientras unos huyen del peligro, ustedes van hacia él porque sienten que su misión es más grande», según ha declarado durante un mensaje televisado a la nación.
«Tenemos muchas cosas que superar, incluso para que el cáncer de las pandillas sea erradicado por todo nuestro país. (…) «Nuestros héroes verde olivo y nuestros héroes azules son los pilares donde se sostiene este nuevo El Salvador. Con su valentía, su honorabilidad y su sacrificio. Como comandante general de la Fuerza Armada y como presidente de este pequeño pero hermoso país, mi compromiso sigue intacto, como el de ustedes», ha expresado.
Después de que el país registrara 87 homicidios en tan solo un fin de semana de 2022, Bukele anunció un régimen de excepción que suspende los derechos a la libertad de asociación y la privacidad de las comunicaciones, así como varias garantías al debido proceso, lo que ya ha generado críticas de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
El presidente sigue defendiendo su guerra contra las pandillas, cuyos miembros pueden ser detenidos sin que pese previamente una orden judicial y que ha llevado al encarcelamiento de 82.000 personas.
Bukele siempre ha negado que haya negociado con las pandillas, a pesar de que en septiembre de 2020 el portal ‘El Faro’ publicó una investigación al respecto y que en diciembre de 2021 el Gobierno de Estados Unidos denunció un diálogo encubierto con el principal grupo, el MS-13, también conocido como la Mara Salvatrucha.