El texto urge a que los venezolanos inicien conversaciones “constructivas e inclusivas sobre una transición con garantías”, para que se “restauren las instituciones democráticas” y la “voluntad del pueblo expresada el 28 de julio” y atropellada con la proclamación fraudulenta de Maduro.
Una treintena de países, liderados por Estados Unidos y Argentina, instaron este jueves a las autoridades del chavismo madurista venezolano a que pongan fin de las detenciones arbitrarias y los abusos de los derechos humanos, registrados tras las fraudulentas elecciones presidenciales del 28 de julio, e iniciar conversaciones con la oposición.
“Estamos profundamente preocupados por la represión generalizada continuada, así como por los informes de abusos y violaciones de los derechos humanos”, reza una declaración divulgada al final del encuentro en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.
La declaración está firmada por 31 países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y algunos de América Latina, como Argentina, República Dominicana, Chile, Costa Rica, Guatemala o Perú, aunque con las notables ausencias de Brasil, Colombia y México.
El cariz ideológico del Ejecutivo argentino, liderado por el presidente Javier Milei (muy escorado hacia una postura anti-Maduro), como coorganizador del foro contribuyó a que México, Colombia o Brasil decidieran no integrarse.
Pero ha resultado llamativo que tampoco otros países de la región, como Paraguay, Uruguay o Ecuador, se adhirieran.
El encuentro de hoy iba a estar comandado en un principio por Chile y Uruguay, pero días atrás esta opción se desbarató.
Los países instan al gobierno de Nicolás Maduro la “liberación inmediata de las personas arbitrariamente detenidas, el fin del uso de la fuerza excesiva, la violencia política y el acoso contra la oposición y la sociedad civil”.
También urgen al inicio de conversaciones “constructivas e inclusivas sobre una transición con garantías”, para que se “restauren las instituciones democráticas” y la “voluntad del pueblo expresada el 28 de julio”.
Maduro fue declarado ganador con el 52% de los votos para un tercer periodo consecutivo, pero hasta el momento se desconoce el detalle del escrutinio, como obliga la ley.
La oposición liderada por María Corina Machado denunció fraude y aseguró tener las pruebas que demostrarían la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, exiliado ahora en España tras permanecer más de un mes en la clandestinidad.
González Urrutia celebró la posición de la treintena de países. “¡Sin tibiezas! Un comunicado contundente que acompaña, reconoce y se solidariza con la voluntad soberana del pueblo venezolano”, indicó en X.
La proclamación de Maduro desató protestas que dejaron 27 muertos -dos de ellos militares-, casi 200 heridos y más de 2.000 detenidos, según cifras oficiales.
“Si tenemos un objetivo único, éste es garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean realmente respetados” y sus voces “escuchadas”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken al inicio del encuentro copresidido con su homóloga argentina Diana Mondino.
Maduro “está haciendo todo lo que está en su mano para negarles ese derecho con el fin de reforzar su propio control del poder”, dijo Blinken, “manipuló los resultados electorales” y “dictó injustamente una orden (de arresto) contra el candidato de la oposición”.
A Maduro “no le importa su gente”, sostuvo por su parte Mondino, que recordó que 7,8 millones de venezolanos han huido del país, con “consecuencias” para otros países.
Concretamente, las 32 delegaciones que firmaron son: Argentina, Australia, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Chile, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, la Unión Europea, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.
En esta declaración, refrendada en un encuentro de alto nivel en Nueva York en los márgenes de la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, también se pide al chavismo madurista el “fin del uso excesivo de la fuerza, de la violencia política y del acoso contra la oposición y la sociedad civil”.
“Seguimos muy preocupados por la generalizada y vigente represión, así como por las violaciones de derechos humanos, abusos y agresiones tras las elecciones”, puede leerse en el texto firmado hoy.
En este, se detallan los supuestos abusos del régimen de Maduro y se menciona específicamente “detenciones arbitrarias (incluidas las de niños), muertes, negación de juicios con garantías, tácticas de intimidación, represión contra miembros de la oposición”.
En ese “contexto de violencia”, el texto se refiere al candidato opositor Edmundo González Urrutia, ahora exiliado en España, como la persona que ganó “la mayoría de votos” de acuerdo a “las actas electorales disponibles públicamente”.
Las 32 delegaciones firmantes también exigieron a Maduro la reinstauración de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país caribeño y permitir que los seis opositores asilados en la Embajada argentina puedan abandonar el país de forma segura.
España, cuya presencia en el foro y firma de la declaración ha sido una incógnita hasta esta mañana, finalmente sí ha optado por unirse.