MINNESOTA.- Escueza a quien escueza, Rudy Gobert es uno de los defensores de mayor impacto en la historia de NBA. Eso sin contar que ya es quien más reconocimientos al Defensor del Año ha ganado, empatando con Dikembe Mutombo y Ben Wallace con cuatro hace solo unos meses. Aun así, por los estigmas y mala fama que acompañan a su figura, cualquier análisis que le sitúe ahí donde solo hay unos pocos hace arquear cejas. Más si cabe si es el suyo propio. «Mi objetivo es ser el mejor defensor que ha existido», cuenta en The Athletic.
«La gente ama desprestigiar mis premios. Pero debes hacerte una pregunta, ¿es Rudy Gobert, que ha jugado en los Utah Jazz y en los Minnesota Timberwolves, un jugador verdaderamente atractivo? ¿Están los votantes excitados por votarme o simplemente son gente que ve baloncesto de sol a sol y tratan de votar basándose en el impacto del jugador? Si esto se tratase de poder de atracción, no creo que tuviese un solo premio a Defensor del Año», continúa con un punto bastante acertado.
En ese sentido, la campaña pasada sí pareció servir para quitar clichés de encima sobre su incapacidad para defender lejos del aro o en contextos de playoff. La sombra de la duda siempre puede volver a aparecer, pero quizás liderar a la mejor defensa de la liga como lo hizo con los Wolves el curso anterior alivie un poco la carga opinativa que lleva encima el francés. «Ahora mi único objetivo es ganar un campeonato y seguir haciendo mejor a mi equipo, hacer que sea la mejor defensa de la liga. Creo que es la mejor manera de medir a un defensor histórico».