Fernando Rodríguez ha sido un defensor incansable del jazz, un género musical que, más allá de sus complejidades armónicas, ha logrado conectar con las emociones más profundas de quienes lo disfrutan.
Su constante apoyo a esta corriente artística ha trascendido las fronteras de los conciertos y festivales, buscando nuevas formas de rendir homenaje a la música de los músicos.
En una conversación con Luis Reynaldo Pérez, director de Luna Insomne Editores, Rodríguez compartió su visión sobre cómo promover y apoyar el jazz, lo que dio pie a una idea innovadora: un concurso de relatos que fusionara el arte literario con la esencia del jazz.
Ambos coincidieron en la importancia de explorar otras formas de acercar el jazz al público, y fue entonces cuando surgió la idea del certamen literario que invitará a escritores a sumergirse en el mundo del jazz a través de las palabras.
El proyecto, que recibió el respaldo del Centro Cultural Banreservas, rápidamente se convirtió en una realidad. Mijail Peralta, gerente de Cultura de Banreservas, dio nombre al concurso.
La convocatoria, lanzada en mayo de 2024, sorprendió a todos con la recepción de un número mucho mayor de relatos del esperado: 80, mucho más que los 20 a 22 inicialmente anticipados.
Según Rodríguez, la calidad de los trabajos presentados fue notable, lo que obligó al jurado a realizar una ardua tarea de selección. Este jurado estuvo compuesto por reconocidos nombres de la literatura como Aurora Arias, Elizabeth Villamán y César Namnúm.
Ganadores
El primer lugar del Premio Banreservas de Relatos de Jazz fue para la autora Roxanna Delgado Boyá, quien, bajo el seudónimo «Conejo en croma», presentó el relato Besos ámbar. El jurado destacó la narrativa de este cuento por su equilibrio entre los recuerdos y el presente, creando una atmósfera emocionalmente profunda que conectaba de manera íntima la música del jazz con la relación entre un padre y su hijo. La crítica fue unánime en elogiar la creatividad de la autora, quien supo utilizar el jazz no solo como tema, sino también como un hilo conductor que enriqueció la estructura del relato.
El segundo y tercer lugar fueron para Vladimir Tatis Pérez, con su relato Próxima estación, y Cherny Reyes, con Jazzista de los domingos.
Ambos trabajos fueron reconocidos por su capacidad de capturar la esencia del jazz a través de narrativas vibrantes y llenas de ritmo, características que conectan directamente con la tradición de este género musical.
Además de los premios monetarios, el certamen incluyó un premio igualitario para las cinco menciones de honor, entre ellas, Frito, de Sady Féliz; La nota discordante, de Sandra Tavárez; Memorias que se sienten como el jazz, de Arianna Bastardo Manzueta; Tavito en el Olimpo, de Luisa Rebecca Valentín, y Tú que creías, de Isidro Jiménez Guillén.
Los relatos premiados, junto a las menciones, fueron compilados en un libro que se presentó durante la Feria Internacional del Libro, haciendo así un homenaje al jazz desde una nueva perspectiva literaria.
Premiación
La ceremonia de premiación tuvo lugar el 14 de noviembre de 2024, en la Sala de Letras del Auditorio Juan Bosch, de la Biblioteca Nacional, en un ambiente impregnado de los colores y la atmósfera del jazz. El evento formó parte de la XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo, donde se presentaron los relatos ganadores.
El certamen no solo celebró a los tres relatos ganadores, sino también a las cinco menciones de honor que fueron seleccionadas entre los 80 participantes.