Si existe una relación deteriorada entre el médico y el paciente que comprometa la calidad de la atención, a menos, sea una emergencia.
También, cuando el paciente no siga las indicaciones médicas o incumpla las citas previas o recomendaciones, siempre que no esté en riesgo su vida.
Las consecuencias del profesional de la salud por negarse sin justificación adecuada a ofrecer atenciones, llevará a enfrentar sanciones legales civiles o penales y éticas.
Hay procedimientos prohibidos nunca hacer: aborto y eutanasia.