La guerra en Ucrania apunta a otro giro con la fuerte descarga del presidente Donald Trump contra su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski.
Trump ha coincidido con el ruso Vladimir Putin al culpar a Zelenski y la Unión Europea del desarrollo de la guerra.
Tras calificarlo de dictador, Trump fue todavía más lejos al advertirle al gobernante ucraniano que si no actúa rápido podría quedarse sin país.
Esa rapidez no es otra que aceptar el arreglo que exploran Rusia y EUA para cesar la conflagración. Pero mientras Trump amenaza a Zelenski, Europa, en un abierto desafío, ha incrementado las sanciones económicas a Rusia, al tiempo de respaldar a Ucrania en la defensa de su territorio.
Es inaudito que el presidente estadounidense haya criticado tan duramente a Zelenski por “negarse a celebrar elecciones y por estar muy bajo en las encuestas en Ucrania”.
Es cierto que los comicios debieron celebrarse en 2024, pero con la guerra es hasta irónico que Trump reclame votaciones en medio de un panorama tan hostil.
El mandatario estadounidense y Putin coinciden en culpar a Zelenski del desarrollo de la guerra por negarse a aceptar la hegemonía de Rusia en su territorio.
Con la reprimenda Trump, que inició negociaciones con Rusia para terminar la guerra, deja ver con más claridad su decisión de cesar el apoyo financiero y logístico de Estados Unidos a Ucrania. Si Europa se debilita en un momento crucial, no tardará mucho tiempo para que Ucrania se convierta en colonia rusa.