Con profundo pesar y una inmensa tristeza en el corazón, nos unimos al duelo que embarga a toda la nación dominicana tras la desgarradora tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, donde más de un centenar de compatriotas perdieron la vida de forma tan repentina como dolorosa.
Desde el Consulado Dominicano en Nueva York, quiero extender mi más profundo pesar en nombre de toda mi familia, y el mío propio, a todas las personas que de una forma u otra han perdido a sus seres queridos. Nuestras más sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, a los heridos, y a todos aquellos que hoy sienten en carne viva el peso de esta tragedia. El dolor de ustedes es también el nuestro. Hoy, más que nunca, el corazón dominicano late al unísono en señal de luto y de unidad.
Nuestro pueblo ha sabido levantarse en medio de la adversidad, y es precisamente en momentos como este cuando nuestra solidaridad, esa que nos define como nación, se convierte en el más poderoso consuelo. Desde cada rincón del mundo donde late el alma dominicana, elevamos nuestras oraciones y nuestro compromiso con los valores de humanidad, cercanía y apoyo mutuo.
Que Dios les conceda fortaleza, resignación y esperanza. Y que la memoria de quienes partieron se convierta en luz y guía para seguir construyendo un país más seguro, justo y humano.
Paz a sus almas.
