Por Araceli Aguilar Salgado
“Los camélidos, entre ellos los camellos y las llamas, son clave para el sustento de comunidades enteras.”
Las Naciones Unidas declararon el año 2024 Año Internacional de los Camélidos.
Su celebración pondrá de manifiesto que los camélidos son un recurso de subsistencia clave para millones de familias que habitan entornos hostiles, en más de 90 países, en particular entre los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
Los camélidos, que comprenden desde las alpacas hasta los camellos bactrianos, dromedarios, guanacos, llamas y vicuñas, contribuyen a la seguridad alimentaria, a la nutrición y al crecimiento económico, además de poseer una gran relevancia social y cultural para muchas comunidades de todo el mundo.
Los camélidos son conocidos como el «barco del desierto», debido a su capacidad de sobrevivencia en circunstancias ambientales y climáticas adversas, atravesando grandes distancias y durante largos periodos sin agua.
Destaca que estos animales “cumplen una función esencial en diversos ecosistemas.
Son especialmente importantes en las regiones desérticas y montañosas, donde son parte integrante de los medios de vida y las prácticas tradicionales de las comunidades indígenas”.
Cada una de las siete especies que existen en la actualidad tienen características particulares.
Los camellos y dromedarios aguantan transitar por grandes distancias sin agua, y algunas llamas y alpacas son fuente de fibra, carne, pieles, incluso su estiércol se utiliza como combustible y fertilizante.
Las llamas han sido fundamentales en la cultura Inca.
La vicuña estuvo a punto de la extinción porque se importaba su fibra a otros países, hasta que en 1979 se firmó un convenio internacional para protegerla.
Los camélidos son de los rumiantes que menos gases de efecto invernadero producen, y que milenariamente han sido utilizados para transportar personas y productos.
Los camélidos desempeñan una función importante en el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la lucha contra el hambre, la erradicación de la pobreza extrema, el empoderamiento de las mujeres y la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres.
Los camélidos garantizan la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones y comunidades indígenas ubicadas en asentamientos remotos alrededor del mundo, contribuyendo al logro de los objetivos contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
Proporcionan carne, leche, fibra y medio de transporte que permiten una calidad de vida sostenible, contribuyendo a la lucha contra el hambre (Objetivo de Desarrollo Sostenible 2) y la erradicación de la pobreza extrema (Objetivo de Desarrollo Sostenible 1).
Es de vital importancia la participación laboral y empoderamiento de las mujeres pertenecientes a los asentamientos locales, en labores pastoriles y de aprovechamiento de la fibra de camélidos (Objetivo de Desarrollo Sostenible 5).
Por otra parte, los camélidos promueven el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, disminuyendo la degradación de las tierras y la desertificación (Objetivo de Desarrollo Sostenible 15).
Como podemos ver que proporcionan leche, carne y fibra para las comunidades, sirven como medio de transporte de bienes y personas, aportan fertilizante biológico y se adaptan muy bien a lugares donde otras especies de ganado no sobrevivirían.
Los camélidos ocupan un lugar primordial en la cultura, la economía, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las comunidades que habitan los altiplanos andinos y las tierras áridas y semiáridas de África y Asia, en particular entre los Pueblos Indígenas.
Aun en condiciones climáticas extremas, siguen produciendo fibra y alimentos nutritivos.
En este sentido, el Año Internacional de los Camélidos representa una oportunidad sin igual de concienciar sobre la función que tienen los camélidos para generar resiliencia ante el cambio climático, especialmente en las montañas y las tierras áridas y semiáridas.
El Año Internacional de los Camélidos 2024 pretende concienciar sobre el potencial no explotado de estas especies y hacer un llamamiento a aumentar las inversiones en el sector de los camélidos, abogando por que se investigue más, se desarrollen capacidades y se adopten prácticas y tecnologías innovadoras.
Celebremos su contribución a la biodiversidad global.
“2024 Año Internacional de los Camélidos alentará a los gobiernos y a las partes interesadas a invertir más en ese sector que incluye programas y proyectos para reforzar los medios de vida sostenibles en todos los lugares del mundo”