El aire acondicionado y el calor ¿Cuál es la mejor forma de usarlo para ahorrar energía?

Cuando el calor del verano aprieta, el uso del aire acondicionado se convierte en una necesidad. Sin embargo, una pregunta común es no aumentar en gran medida la factura del servicio eléctrico debido a su consumo.

¿Qué consume más energía?

Cuando se apaga el aire acondicionado, la temperatura del recinto sube rápidamente. Al volver a encenderlo, el aparato necesita funcionar a su máxima potencia para alcanzar la temperatura deseada, lo que resulta en un consumo energético significativo.

En cambio, mantenerlo encendido permite que el aire acondicionado trabaje a una capacidad menor, lo que a la larga puede ser más eficiente. Es importante tambien mantener la temperatura a un grado qu

LEER TAMBIÉN: Al menos 125 personas han muerto en México por olas de calor y el cambio climático

Encender y apagar el aire acondicionado en múltiples ocasiones al día hace que el sistema tenga que realizar un esfuerzo mayor cada vez que se prende. Este esfuerzo adicional se traduce en un aumento del consumo de energía. La explicación es sencilla: el aire acondicionado debe enfriar de nuevo todo el espacio, partiendo desde una temperatura más alta, lo que requiere más energía que mantener una temperatura constante.

El valor de la temperatura programada también juega un papel crucial en el consumo energético. Por cada grado que se baja la temperatura en el termostato, el consumo de energía aumenta aproximadamente un 8%. Por lo tanto, es recomendable no ajustar el aire acondicionado a temperaturas excesivamente bajas. Un ajuste progresivo y moderado de la temperatura contribuye significativamente al ahorro energético.

De igual modo, invertir en un aire acondicionado con alta eficiencia energética es una decisión inteligente a largo plazo. Los aparatos con clasificación energética A o superior consumen hasta un 60% menos de energía en comparación con aquellos de menor eficiencia. Este aspecto es fundamental no solo para el ahorro en la factura mensual, sino también para reducir el impacto ambiental.

Por último, la correcta instalación y el mantenimiento regular del aire acondicionado son factores que influyen directamente en su eficiencia. Se recomienda instalar el aire acondicionado en un lugar con buena circulación de aire, como encima de una ventana, y evitar la exposición directa al sol para la unidad externa. Además, es esencial limpiar los filtros al menos cada dos años. Unos filtros limpios mejoran el rendimiento del equipo y prolongan su vida útil.

REDACCION

Por REDACCION