«Un trabajador de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un policía y tres civiles murieron hoy en el ataque», confirmaron a EFE fuentes del servicio de emergencias.
Las muertes son cerca de 27.000 y hay más de 65.000 heridos, mientras que el resto son desaparecidos (presuntamente muertos todavía bajo los escombros), según las últimas informaciones recibidas por la ONU.
La hambruna acentúa la crisis, afectando especialmente a mujeres y niñas que, por altruismo, ceden su comida a familiares, exponiendo a riesgos vitales a embarazadas y madres lactantes.